07 enero 2007

El Sector 27

Mensaje interceptado por los Servicios de Seguridad del Sector 1.
Remitente: Dr. Cross.
Destinatario: Desconocido.

Seguimos encerrados en el laboratorio y ya son casi seis meses de trabajos y experimentos sin interrupción. El Sector 27 de la Zona de Investigación es como un pequeño pueblo y vivimos aislados del resto de la civilización, aunque somos conscientes de que el resultado de nuestras investigaciones va a cambiar el mundo tal y como lo conocemos.
El problema del picor en la planta de los pies parece no tener solución pero el equipo del Dr. Samuelson no desespera y sigue en su línea tradicional de investigación. Queny no se explica cómo han podido atrancarse en una cosa tan tonta y entre Berner y él se ha creado una polémica sobre la posibilidad de un error en la fase de cálculo.
El tema de la invisibilidad nos trastorna a todos. Al principio era sólo una fantasía pero ahora que hemos visto a personas invisibles, y que ya no nos asombra su compañía, no podemos dejar de fantasear sobre situaciones cotidianas en las que sería magnífico ser invisibles. Todos hablan del poder que esto supone, de las aplicaciones militares y comerciales, y de sus efectos en la sociedad cuando sea algo normal y cotidiano.
Yo procuro no pensar demasiado en ello. Todavía no se han solucionado los efectos secundarios y algunos de los sujetos con los que se ha experimentado, viven completamente sedados, incapaces de soportar el terrible picor que provoca la invisibilidad en la planta de los pies.
De momento la reversibilidad del proceso está controlada, pero es preciso saber cómo evoluciona el picor en el tiempo. Los últimos resultados que he leído son decepcionantes ya que la picazón no remite, y además parece aumentar, conforme pasan los días.
Corre un siniestro rumor sobre un informe secreto en el Sector 21, dirigido por la Doctora Neegar, en el que se resume un experimento que consistía en amputar los pies al sujeto, para observar si existía traslación en el picor. Parece ser que éste se trasladó al cogote, justo encima de la nuca, con una fuerza que hizo perder el conocimiento al joven amputado.
No he podido hablar todavía con ninguno de los “Invi”, como los llama Hoogan. Me gustaría comprobar en persona si es verdad que les sube el ego tanto que luego se vuelven insoportables.
Mi plan está funcionando perfectamente y nadie sospecha nada, aunque tengo que estar muy atento porque el personal de seguridad es extremadamente eficaz.
No dejo de acordarme de Patt.

Fin del mensaje.

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